Una vez abierta
“La Puerta Dimensional de las Tribus de Gallaecia”, se activo esta memoria y
emitimos lo necesario. Se creó un Gran Circulo dorado cual fuego semejante en
su geometría a la rejilla planetaria y este Círculo Sagrado protege y guarda
Gallaecia y sus lugares sagrados como lo hizo desde el principio de los
tiempos.
Ahora con este Círculo,
Gallaecia ira despertando a sus raíces y muchos seres fueron conscientes de un
latido nuevo y gozoso en su corazón y este latido recorrerá Gallaecia con el canto
más salvaje y tribal, que estas montañas ahora emiten. Om!
Seguidamente,
multitud de seres festejaron este acontecimiento y pasamos a activar “una segunda puerta” en una cúspide
cercana, donde una hermosa y grandiosa puerta se abrió despertando y conectando
un ancestral templo con la memoria de lo femenino.
En el instante
que se abrió, hubo un estallido emocional por el tiempo conteniendo esta
vibración, y este estallido fue seguido de cantos y danzas de alegría y
liberación.
Las tres puertas
dimensionales abiertas y activadas en las montañas del Macizo Gallaico, una en
la dirección sur-este y las otras en la dirección oeste, trajeron un atardecer
dorado con nubes rojas y como un velo de tenue “Bretema” (neblina), dándole un
eco de misterio al atardecer y señalando El Círculo de Montañas, majestuosas
montañas ahora doradas detrás de las cuales se fue cobijando el sol señalando
El Cielo del Oeste, festejando el momento regalando un cálido Om!, que
estremeció el silencio, que susurro Amén, Amén, Amén…creando belleza…creando
silencio Om!
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